Vicente Ferrer fue pionero y sus mensajes mantienen hoy una validez inquebrantable. Décadas antes de que la ONU enunciara los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que después se convirtieron en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Ferrer anticipaba con rotundidad: “Erradicar la pobreza es posible. Yo solo tengo dos manos, necesito muchas más”. Una frase que, traducida a los ODS actuales, vendría a decir: objetivo 1: fin de la pobreza; objetivo 17: alianzas para conseguirlo. Para llegar a 2030 nos quedan 9 años en los que, si nos ponemos manos a la obra, podemos dar pasos muy importantes en el cumplimiento de esos 17 ODS. La agenda nos deja claro que hay que hacerlo entre todos y todas: estados, gobiernos, empresas, organizaciones y sociedad civil. Tenemos la responsabilidad individual y colectiva de contribuir a ello. Debemos interiorizarlo en nuestras vidas, en nuestros planes estratégicos o en nuestros programas de gobierno
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