Cristina Sánchez: “Necesitamos más compromiso, más ambición y más acción para cumplir con la Agenda 2030”

La contribución de las empresas es clave en el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030. ¿Cómo cree que están actuando las empresas ante las metas que se han marcado?
Conseguir los retos que nos plantea la Agenda 2030 es un trabajo que tenemos que hacer ente todos, y las empresas son una parte fundamental. Este año hemos publicado nuestro informe de la consulta empresarial sobre desarrollo sostenible con el que tomamos la temperatura a las empresas en materia de sostenibilidad y evaluamos su compromiso. Hemos obtenido respuesta de más de 2.500 empresas españolas, siendo la mayor escucha empresarial realizada hasta la fecha en nuestro país y podemos concluir que las empresas están adquiriendo conciencia, encaminándose a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero aún queda mucho camino por recorrer.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible se encuentran en un período de maduración. No solo hemos pasado de un conocimiento positivo del marco en 2018 (69 %) a uno generalizado en 2022, con un 86 % de las empresas españolas que afirman conocerlo, sino que además los ODS ya forman parte de las estrategias corporativas y de la estructura empresarial.

En concreto, según los resultados de nuestra consulta empresarial, un 41 % de las empresas afirman disponer de una estrategia de sostenibilidad, de las que un 78 % se encuentran alineadas con los ODS, lo que consolida la Agenda 2030 como marco de referencia en sostenibilidad.

En cuanto al tamaño de las empresas, todas avanzan con respecto a los resultados de las encuestas de años anteriores, pero continúan a la cabeza las grandes empresas, un 73 % de ellas afirman disponer de un conocimiento profundo de los ODS frente a un 42 % en el caso de pymes y microempresas.

¿Podemos afirmar que vamos en buena dirección?

Quedan tan solo 8 años de plazo para cumplir con las metas de la Agenda 2030 y los datos nos indican que aún queda mucho por hacer. En nuestro estudio se desprende que hay una importante brecha entre políticas y medidas. Es decir, las empresas tienen un compromiso con los ODS y la Agenda 2030 pero después no se llevan a cabo acciones concretas. También hemos extraído conclusiones como que en las empresas comienza a aumentar la incorporación de criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) y que el 41 % de las empresas cuentan con una estrategia de sostenibilidad. Según nuestro estudio, un 57 % de las empresas ya cuenta con personas o departamentos de sostenibilidad y en un 33 % este departamento depende directamente del máximo cargo.

Las compañías están cada vez más concienciadas, pero aún hay que materializar estos esfuerzos y hacerlos medibles. Establecer unos indicadores en sostenibilidad que nos permitan conocer la evolución de las empresas es fundamental para poder valorar el impacto de las acciones llevadas a cabo e identificar puntos de mejora. Según el último informe de Naciones Unidas sobre el estado de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, nos encontramos con que no estamos avanzando al ritmo necesario para cumplir con la Agenda 2030 por lo que necesitamos más compromiso, más ambición y más acción.

Y si hablamos de la sociedad en general, ¿está calando el mensaje de la Agenda 2030? ¿Se están comprometiendo los ciudadanos, las administraciones?

La Agenda 2030 sigue avanzando en su difusión, pero ya no podemos solo trabajar para que se conozca, sino que tenemos que movilizar a la acción a todos estos actores que se citan en la pregunta. En el caso de las empresas, por ejemplo, sería muy interesante utilizarlas como altavoz de la Agenda con sus grupos de interés, lo que cobraría un impacto relevante sumando consumidores, plantilla, proveedores…

El compromiso aumenta y se van articulando normativas europeas y nacionales que lo están impulsando, pero la necesidad es transformarlo en acciones, ya que los años van transcurriendo y no estamos avanzando al ritmo necesario para cumplir con la Agenda 2030. La ONU lo define claramente: tenemos dos opciones. La primera es optar por abandonar los compromisos de ayudar a los más vulnerables, la segunda es redoblar los esfuerzos para conseguir los Objetivos y construir un futuro mejor para las personas y el planeta en 2030. Evidentemente, desde el Pacto Mundial trabajamos en esta segunda línea.

Venimos de un período convulso de dos años de pandemia, ¿cómo cree que ha afectado esta crisis global en la gestión corporativa de los objetivos de la Agenda 2030? ¿Qué oportunidades de mejora han surgido a raíz de esta crisis?

Hace dos años, en plena pandemia preguntamos esto a las empresas, y el 82 % de ellas nos dijo que la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible podía ayudar a que su compañía fuese más resiliente y enfrentase mejor futuras crisis como la de la COVID-19. Después de estos dos años tan duros, el 79 % de las empresas consultadas afirma que existen ventajas competitivas a la hora de implementar los ODS y un 49 % afirma que la integración de la sostenibilidad ha impactado de forma positiva en los resultados económicos de la empresa. Sabemos que la sostenibilidad no se ha abandonado por la crisis sanitaria. Se han avanzado medidas internas relacionadas con la conciliación o la flexibilidad y se está dando un mayor protagonismo a la digitalización. Cada vez más empresas adecuan su gestión a los requisitos medioambientales y la economía circular ha despuntado su interés entre las empresas españolas. En general, el compromiso de las empresas va en aumento. Por ejemplo, los socios del Pacto Mundial en España han aumentado en un 20 % en el último año.

¿En qué considera que debemos trabajar estos ocho años que quedan para conseguir el cumplimiento de estos objetivos? ¿Dónde es más urgente poner el foco?

Nos encontramos en una situación límite y nos enfrentamos a diversos retos que descansan, de forma global, en una triple crisis: la climática, la provocada por la pandemia y la de los conflictos armados. Esto es prioritario. Y para afrontarlas se necesita más ambición por parte de todos los agentes. Pero la Agenda también tiene un enfoque local. Dependiendo de la región hay otras urgencias relacionadas con la situación laboral, las desigualdades o la pobreza, por ejemplo. Por eso la actuación empresarial no puede perder de vista esta dimensión local.

Desde Pacto Mundial vamos a hacer hincapié en determinados pilares que consideramos clave para que las empresas españolas sean parte de la solución. En primer lugar, ofrecer herramientas y soluciones para que las empresas tengan una gestión acorde a la urgencia climática. En segundo lugar, impulsar las finanzas sostenibles desde el sector privado, algo fundamental para que los esfuerzos a favor de la Agenda 2030 tengan músculo financiero. Hemos lanzado una Coalición de CFO con el objetivo de aportar diez billones de dólares a la Agenda. En tercer lugar, necesitamos más aliados. Estamos trabajando con grandes empresas, pero también con pymes y con las cadenas de suministro. Se necesitan más empresas líderes que entiendan y apliquen que hacer negocios no solo es hacer dinero. Y que en el desarrollo sostenible hay muchas oportunidades para ellas. Ya tenemos más de 1.000 empresas socias solo en España, pero, como decía, tenemos mucho camino que recorrer.

¿Qué mensaje lanzaríais a nuestros lectores? ¿De qué manera pueden contribuir al desarrollo sostenible y a los objetivos de la Agenda 2030?

Todos tenemos un papel muy importante, en cada una de las facetas de nuestra vida. Quiero apelar a dos de ellas. Como trabajadores o trabajadoras, debemos alinear nuestras decisiones laborales diarias a los propósitos de la Agenda. Todos los profesionales pueden contribuir a que la organización aplique su compromiso con el desarrollo sostenible, no solo aquellos/as que trabajen en el área de sostenibilidad o medioambiente. Es fundamental el papel de los departamentos de finanzas, de compras, de recursos humanos… Y, por otro lado, que actuemos como consumidores conscientes. Traslademos a nuestras compras los preceptos del desarrollo sostenible. Es una buena manera de transformar nuestros hábitos e influir en las empresas que ofrecen productos y servicios, favoreciendo la competencia de ofertas sostenibles. Lo importante es actuar con la consciencia de que todos tenemos un papel fundamental.

Una respuesta colectiva

En MAPFRE compartimos este mensaje y por eso somos conscientes de que es el momento de actuar. Nos encontramos en la Década de la Acción, un contexto de urgencia en el que tenemos la oportunidad única de colaborar para hacer frente a los retos sociales y medioambientales globales. En la parte que a cada uno nos toca, es tiempo de actuar.

Sabemos que, ante desafíos globales, la respuesta sólo puede ser colectiva.

Creemos que cada pequeña parte suma para provocar un cambio, y por eso queremos formar parte del mismo con compromisos exigentes y rotundos en materia social y ambiental, con servicios y productos alineados con ellos y con una gobernanza que nos permita continuar avanzando responsablemente en la dirección correcta.

Nuestro compromiso con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU es absoluto. Este marco es fundamental para liderar la transformación sostenible de las compañías, ante las crecientes demandas de los distintos grupos de interés.

Nuestro claim #LaParteQueNosToca representa el compromiso de todos para sumar al objetivo común de construir un mundo más sostenible, es decir más justo, más próspero, más ético, más igual, más diverso, más colaborativo y más ecológico.

Fuente: https://www.mapfre.com/

Agenda

marzo, 2024

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