La Fiscalía Superior de Cantabria repasa en su última memoria anual, la de 2021, consultada por EL FARADIO, distintas situaciones que, pese a la red de profesionales y personal especializado que se ha ido tejiendo, redundan en la desprotección de las mujeres víctimas de trata o explotación sexual, como las consecuencias de sus dificultades para testificar. Otra de las circunstancias a la que se enfrentaron el año pasado, según recoge la Memoria, fue la necesidad de ayudar a una víctima de explotación que era rumana y tenía una discapacidad psíquica, para la que se tuvo que buscar el recurso de ayuda más apropiado. Respecto a la situación de las víctimas de trata y explotación con discapacidad, la Fiscalía llama la atención sobre como a la hora de tomarles declaración se hacía en contacto con los profesionales de las ONG de asistencia y acogida, con el “riesgo” de que puedan ser
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