Todas las decisiones que se toman sobre desarrollo sostenible comparten una necesidad: contar con datos de calidad, tanto para la planeación como el seguimiento a las políticas públicas. Sin embargo, a medio camino de la ruta trazada para cumplir los objetivos globales en el año 2030, en América Latina y el Caribe todavía no hay datos suficientes para medir el 25% de las metas establecidas. Lo anterior demuestra que, pese al esfuerzo enorme que se ha hecho en la región para cumplir con los lineamientos de la agenda acordada entre la comunidad internacional, las brechas digitales son evidentes y quedarse atrás es aún más fácil en un mundo que evoluciona a una velocidad insólita. Por este motivo, es momento de liberar de forma responsable todo el poder de los datos, enfocando los esfuerzos en los desafíos más apremiantes: el desarrollo y la gestión de tecnologías fundamentales como la inteligencia artificial
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