La Agenda 2030, cada vez más lejos: cómo las guerras destruyen los objetivos de desarrollo sustentable

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por todos los Estados miembros de la ONU en 2015, estableció 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar paz y prosperidad que deberán ser balanceados en apenas cinco años. Sin embargo, el recrudecimiento de los conflictos bélicos en Ucrania, Gaza e Irán-Israel está socavando severamente estos compromisos globales.

La guerra en Ucrania, iniciada en febrero de 2022, provocó una crisis alimentaria global. Ucrania, uno de los mayores exportadores de granos del mundo, vio interrumpidas sus exportaciones, lo que disparó los precios de alimentos y fertilizantes. Esto afectó especialmente a países en desarrollo, donde el riesgo de inseguridad alimentaria y hambruna se intensificó.

La ONU advirtió, ya en ese momento, que “el conflicto tenía un impacto desproporcionado en los países más vulnerables”, comprometiendo el ODS 2 (Hambre Cero).

En Ucrania mismo, la ONU documentó ataques a hospitales y escuelas, y reportó que millones de personas quedaron sin electricidad ni calefacción durante el invierno. La guerra también provocó la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, con más de 16 millones de personas asistidas por agencias humanitarias.

En Ucrania, el PNUD sostiene haber trabajado para sostener servicios esenciales y apoyar la implementación de los ODS a nivel local, incluso durante la guerra. Sin embargo, admite que el conflicto genera retrocesos notables. Según el informe del PNUD, “todas las regiones de Ucrania ahora cuentan con estudios de línea de base de los ODS, desarrollados con apoyo del PNUD”, pero su implementación enfrenta enormes desafíos debido a la guerra.

La guerra en Gaza

Otro informe, en este caso conjunto del PNUD y la Comisión Económica y Social para Asia Occidental (UNESCWA), sostiene que la guerra en Gaza, por su parte, hizo retroceder el desarrollo en el Estado de Palestina hasta niveles equivalentes al año 1955, es decir, 69 años atrás. El informe estima que el PBI se contrajo un 35,1% en 2024 y que la pobreza alcanzaría al 74,3% de la población.

“En medio del sufrimiento inmediato y la terrible pérdida de vidas, también se está desarrollando una grave crisis de desarrollo, que pone en peligro el futuro de los palestinos para las generaciones venideras”, advirtió Achim Steiner, administrador del PNUD. Según el PNUD, el desafío no es nuevo: “Cincuenta y seis años de ocupación israelí, hostilidades recurrentes e intensificadas, el bloqueo continuo de la Franja de Gaza y la división intra-palestina fueron factores clave que restringen el espacio de políticas para los ODS en el Estado de Palestina.”

En Gaza, la situación presente es aún más crítica. Según un informe conjunto del Banco Mundial, la ONU y la Unión Europea, la economía de Gaza se contrajo un 83% en 2024, y los precios de los alimentos aumentaron un 450% en un año. La destrucción masiva de infraestructura y la paralización de la producción económica dejaron a la población en una situación de emergencia humanitaria.

Estos datos ponen en evidencia cómo el conflicto no solo genera una crisis humanitaria, sino que también impide el diseño e implementación de políticas públicas sostenibles, afectando directamente los ODS 1 (Fin de la pobreza), 3 (Salud) y 4 (Educación).

El ODS 16 y la apuesta por sociedades pacificas e inclusivas
El ODS 16, que promueve sociedades pacíficas e inclusivas, es uno de los más golpeados. La escalada entre Israel e Irán, iniciada tras los ataques israelíes a instalaciones nucleares iraníes, generó una respuesta militar que incluyó bombardeos sobre Tel Aviv y Teherán. El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que “cualquier intervención militar adicional podría tener enormes consecuencias para la paz y la seguridad internacionales”.

La ONU denunció ataques a zonas densamente pobladas y alertó sobre posibles violaciones al derecho internacional humanitario. “Esto no es un acto de guerra contra un país, es una guerra contra la humanidad”, declaró el embajador iraní ante el Consejo de Derechos Humanos.

ODS 17 de Cooperación global, ¿una misión imposible?

La Agenda 2030 se basa en la cooperación global. Sin embargo, los conflictos están fragmentando alianzas y desviando recursos. La ayuda humanitaria y los fondos para el desarrollo se están redirigiendo a emergencias bélicas, debilitando el ODS 17 (Alianzas para lograr los objetivos). Además, la militarización de las relaciones internacionales dificulta los consensos multilaterales necesarios para avanzar en la agenda global.

Guterres subrayó que “la diplomacia sigue siendo la mejor y única vía para abordar las preocupaciones relativas al programa nuclear de Irán y las cuestiones de seguridad regional.”

El informe conjunto del Banco Mundial y la ONU Pathways for Peace ya advertía en 2018 que: “Para 2030 -el horizonte fijado por la comunidad internacional para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible- más de la mitad de los pobres del mundo vivirán en países afectados por altos niveles de violencia”.

El estudio concluye que “la atención de la comunidad internacional debe enfocarse urgentemente en la prevención”, y que cada dólar invertido en prevención puede ahorrar entre 5.000 y 70.000 millones de dólares anuales en respuesta a crisis.

El rearme global: una amenaza silenciosa para los ODS

Sin embargo, según el informe más reciente del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el gasto militar mundial alcanzó los 2,7 billones de dólares en 2024, el nivel más alto registrado desde que existen datos comparables. Este aumento representa un incremento del 9,4% respecto al año anterior, el mayor salto interanual desde 1988. El gasto militar creció en todas las regiones del mundo, impulsado por conflictos como la guerra en Ucrania, la ofensiva en Gaza y la escalada entre Irán e Israel.

Este crecimiento tiene dos impactos directos sobre la Agenda 2030:

• Desviación de recursos públicos: el gasto militar representó el 7,1% del gasto público global en 2024

. Estos fondos podrían haberse destinado a educación, salud, infraestructura sostenible o mitigación del cambio climático.

• Contaminación y huella ambiental: la producción de armamento es altamente intensiva en energía, metales pesados y procesos industriales contaminantes. Además, el uso de armas en conflictos genera destrucción ambiental directa, como incendios, contaminación de suelos y aguas, y emisiones de gases tóxicos.

La nueva carrera armamentista nuclear

El SIPRI Yearbook 2025 advierte sobre una nueva carrera armamentista nuclear. Estados Unidos, Rusia, China, India, Pakistán y otros países están modernizando y ampliando sus arsenales. China, por ejemplo, agrega cerca de 100 ojivas nucleares por año desde 2023 y construyó más de 350 nuevos silos de misiles.

Dan Smith, director de SIPRI, alertó que: “Los signos indican que se está gestando una nueva carrera armamentista que conlleva más riesgos e incertidumbre que la anterior.”

Este rearme no solo implica un riesgo geopolítico, sino también un retroceso en los compromisos de desarme (ODS 16) y una presión adicional sobre los presupuestos nacionales.

El antecedente de la pandemia: estrés fiscal y retrocesos
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) reconoce que la pandemia de COVID-19 ya había provocado un retroceso sin precedentes en el desarrollo humano y en el cumplimiento de los ODS

La crisis sanitaria obligó a los Estados a redirigir recursos hacia la emergencia, generando déficits fiscales, endeudamiento y reducción de inversiones en sostenibilidad.

Ahora, el rearme global profundiza ese desvío de recursos, en un contexto donde muchos países aún no se recuperaron del impacto económico de la pandemia. El PNUD advierte que: “Una pandemia, conflictos, desastres y otras crisis han retrasado el progreso de los ODS y revertido el desarrollo humano por primera vez en décadas.”

Una encrucijada global

El mundo se encuentra en una encrucijada. A cinco años del plazo para cumplir la Agenda 2030, el aumento del gasto militar y la expansión de arsenales nucleares están drenando recursos, contaminando el ambiente y debilitando los compromisos multilaterales. La pandemia ya había puesto a prueba la resiliencia fiscal de los Estados. El rearme global podría ser el golpe final para muchas metas de desarrollo sostenible.

Los especialistas coinciden en que el impacto de los conflictos en Ucrania, Gaza e Irán-Israel amenaza con desandar años de progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Como advirtió el PNUD, “el desarrollo no puede esperar hasta que cesen los combates.”

Fuente: https://www.cronista.com/internacionales/

Agenda

junio, 2025

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