SOY DE UNA familia muy humilde y desde muy joven me tocó trabajar y estudiar”. Así comienza la conversación con Juan Hidalgo Pueyo (Huesca, 1958), que lleva más de cuarenta años dedicado al voluntariado, los últimos doce con importantes responsabilidades a nivel regional y estatal.
Estudió hasta COU y durante unos años tuvo su propia empresa, “una frutería, primero en la calle Las Ciencias y luego en Santo Cristo de Los Milagros. Me fue muy bien. Estuve 8 años con buenos madrugones para ir a Mercazaragoza a comprar fruta”.
Finalizada esta etapa, comenzó otra que ha durado los últimos 31 años, como personal laboral de instalaciones deportivas del Ayuntamiento de Huesca. Un trabajo que “me ha permitido organizarme mejor la vida” y que lleva en sí “mucho trato humano y sobre todo mucha gente joven con la cual puedes interactuar y te mantiene muy engrasado”. Otra ventaja -añade- “es que nunca discutes, los usuarios vienen a pasárselo bien y a divertirse y no hay ningún problema. Yo puedo presumir de que nunca he reñido con nadie”.
Juan Hidalgo ha hecho voluntariado “desde muy joven”. La etapa de menor intensidad fue cuando tenía abierta la frutería, “pero una vez que terminé, ya pasé a hacer una intensidad media de 20 horas a la semana de voluntariado. En varias asociaciones, la última de Huesca fue Cruz Roja y antes en entidades más pequeñitas como clubes deportivos, la protectora de animales…”.
Hace unos 12 años llegó a la presidencia de la Plataforma del Voluntariado de Aragón, “y se tomó la decisión de participar en las políticas nacionales, que la única manera de tener incidencia es saltar a nivel nacional”. Poco después Luciano Poyato fue elegido presidente de la Plataforma del Voluntariado de España y desde entonces, Hidalgo es el tesorero de la entidad. Y a continuación, otro nuevo paso que llevó a Poyato a la presidencia de la Plataforma del Tercer Sector, en cuya junta directiva participa Hidalgo. Una organización en la que ya hay 29.000 entidades.
Más de cuarenta años de voluntariado “que te permiten comprender ciertas cuestiones como que haciendo voluntariado ponemos a las personas vulnerables en el centro de lo que es la vida, y a partir de allí todo gira porque esas personas tienen derechos”, dice Hidalgo, para quien “el momento más emocionante del año es el 5 de diciembre, cuando en Aragón se reconoce al voluntario del año”.
Afirma este oscense que los altoaragoneses “son tremendamente solidarios y si nos miramos a las cifras nacionales de voluntarios, nosotros estamos muy arriba, y eso es porque nuestra sociedad es muy altruista y solidaria. Si hay unos 35.000 voluntarios en Aragón, Huesca tiene unos 19.000”. En la provincia de Huesca -añade- “el perfil más grande de voluntario que hay es mujer, de edad media y unos títulos medios, y ahora se incorporan más hombres, sobre todo porque se están jubilando antes”.
Resalta Hidalgo que hasta la crisis de la covid, “el voluntariado estaba creciendo muchísimo, pero la pandemia fue un momento complicadísimo porque hubo organizaciones como la Plataforma del Voluntariado de Aragón que tuvieron que hacer lo que había que hacer y lo que no, también, a tope, y además, parte de nuestros voluntarios, los que tenían riesgo, ya no salían, tenían que ir a otra parte, y hoy en día hay una demanda de voluntariado a nivel nacional”.
Siguiendo en la comunidad, valora que el Gobierno de Aragón “entendiera desde el minuto uno nuestra propuesta de certificación de las competencias en voluntariado. Es decir, una persona va a hacer voluntariado a una entidad, esa entidad, en la aplicación que tiene el Gobierno de Aragón en su propia página, certifica lo que has hecho, la Plataforma del Voluntariado certificamos que eso es correcto, y a partir de allí hay un diploma que lo emite el propio Gobierno de Aragón, y nosotros vamos a las grandes empresas para que se valore ese certificado de competencias, y hay muy buena respuesta”.
Afirma Hidalgo que “cualquiera puede ser voluntario” y recuerda que desde la Plataforma, “hacemos campañas de sensibilización, captación y formación básica, y en función de cómo vemos al voluntario, lo derivamos a las entidades y le hacemos un seguimiento durante un tiempo”.
Ahora, así mismo, “estamos en plena campaña para decirles a las instituciones públicas qué es el voluntariado, qué tienen que tener en cuenta… Hay que pensar que donde hay voluntariado estamos vertebrando, estamos cohesionando la sociedad, y es una parte que hace que ciertos servicios funcionen de verdad… Hay escenarios que no funcionarían sin el voluntariado porque las instituciones no están preparadas para todo… Lo más urgente ahora es conseguir que las administraciones entiendan la labor del voluntariado y que hay que hacer vínculos con las entidades de voluntariado, y así ayudar a reconocer ese esfuerzo”.
Con los años -resalta Juan Hidalgo-, “las necesidades de la gente vulnerable han cambiado muchísimo” y “el voluntario está cambiando completamente. Lo más visual es el voluntariado que vemos paseando a alguien, pero no es lo más importante. Hay gente que colabora desde su casa, hay mucha gente joven en las redes que nos ayuda, hay voluntarios que acompañan a gente al médico…”. Todo suma.