A menudo hablamos de la huella de carbono de las empresas y lo importante que es el cálculo y la reducción de emisiones a nivel corporativo, pero ¿qué hay de la huella hídrica? La sostenibilidad no sólo se centra en el medioambiente, sino en muchas otras áreas. Aunque parezca que el cuidado del medioambiente únicamente implica acciones centradas en la reducción de las emisiones, también atañe a conservación de la biodiversidad, la gestión de recursos y el agua.
Por este motivo, cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. Una oportunidad para reflexionar sobre la importancia del agua dulce y la necesidad de gestionar este recurso de manera sostenible. El agua es esencial para la vida en la Tierra. Sin embargo, su escasez se está haciendo endémica a consecuencia del impacto local del estrés hídrico y el aumento de la contaminación del agua dulce, según reconoce la ONU.
En este artículo, exploraremos la situación de la crisis hídrica en España y cómo las empresas pueden impulsar la resiliencia del agua mediante estrategias de cálculo y reducción de su huella hídrica, así como ejemplificar iniciativas clave para sumergirse en esta temática.
1. ¿Qué es la huella hídrica?
La huella hídrica es un indicador que mide el volumen de agua utilizada, ya sea directa o indirectamente, para producir bienes y servicios. Esta medida puede ser aplicable tanto a empresas, como a países o individuos. La huella hídrica se compone de tres tipos distintos de agua en función de la fuente de la que proviene:
Huella hídrica verde, referida al agua de lluvia utilizada en los procesos de producción.
Huella hídrica azul, concerniente al volumen de agua dulce consumida de las aguas superficiales (ríos, lagos y embalses) y subterráneas (acuíferos).
Huella hídrica gris, definida como el agua necesaria para diluir la contaminación generada durante la producción.
Reducir la huella hídrica es fundamental para garantizar que el uso del agua sea sostenible, equitativo y respetuoso con los derechos humanos y la naturaleza y conseguir el ODS 6: Agua limpia y saneamiento de la Agenda 2030 de la ONU.
2. ¿Hay una crisis hídrica o del agua en España?
La crisis hídrica es una realidad cada vez más evidente en muchas partes del mundo, incluida España. En nuestro país, según WWF se proyecta que, en menos de 30 años, tres cuartas partes de la población y el PIB podrían enfrentarse a un alto riesgo de estrés hídrico si no se toman medidas adecuadas.
Desde una perspectiva global, el análisis de las cuencas prioritarias realizado por el CEO Water Mandate, lanzada por el Pacto Mundial de la ONU y Pacific Institute, a través del Water Action Hub destaca la importancia de abordar colectivamente los riesgos hídricos compartidos en diversas regiones del mundo. En Europa, especialmente en España, las cuencas como las del Guadalquivir, Júcar, Turia y Ebro enfrentan desafíos significativos en términos de estrés hídrico, gestión y escasez de agua. Estas cuencas son fundamentales para la seguridad hídrica y el desarrollo sostenible de las comunidades locales y la biodiversidad.
Aunque se han logrado avances según el balance empresarial a mitad de la Agenda 2030, todavía existen desafíos importantes. Por ejemplo, el 80% de las aguas residuales se devuelven al medioambiente sin tratamiento adecuado y solo el 12% de las empresas encuestadas establecen objetivos de control de la contaminación del agua a nivel corporativo.
Para retomar el rumbo, el sector empresarial debe centrarse en promover la innovación, mejorar la coordinación entre sectores y adoptar un enfoque más integrado y holístico hacia la gestión del agua. A pesar de la gran escala de ingresos generados por el sector privado, solo una pequeña fracción está asociada con impactos positivos en el agua, mientras que la mayoría está vinculada a impactos negativos.
3. Forward Faster: impulsar a más velocidad la resilencia acuática
Ante esta situación, desde el Pacto Mundial de la ONU hemos lanzado la iniciativa Forward Faster para, entre otros objetivos, retar a las empresas a dar una respuesta a uno de los desafíos más apremiantes del siglo XXI: la crisis mundial del agua.
A través de esta iniciativa, invitamos a las empresas a pasar a la acción en materia de resiliencia del agua, comprometiéndose con el objetivo de “Generar resiliencia del agua en todas las operaciones globales y en las cadenas de suministro, y unir esfuerzos para alcanzar el impacto hídrico positivo y conjunto, en al menos 100 cuencas vulnerables priorizadas para 2030.”
Para formar parte de la iniciativa Forward Faster, no sólo se exige que la empresa declare públicamente su compromiso con la gestión sostenible del agua, sino que también detalle las acciones que emprenderá para cumplir con este objetivo y reporte anualmente sus progresos.
En este sentido, las empresas que se adhieran al Forward Faster de resiliencia hídrica, también deberán adherirse a la CEO Water Mandate, ya que las acciones se alinean con esta iniciativa del Pacto Mundial de la ONU en colaboración con el Pacific Institute que pretende movilizar líderes empresariales para abordar los retos mundiales relacionados con el agua mediante la gestión empresarial del agua.
En cuanto a los beneficios que reporta la gestión sostenible del agua a las empresas, encontramos:
Reducir los riesgos empresariales en sus operaciones y las cadenas de suministro.
Mejorar su reputación corporativa.
Apoyar los ecosistemas que proveen los recursos hídricos.
Acelerar al progreso hacia el ODS6: Agua limpia y saneamiento de la Agenda 2030 de la ONU.
Asimismo, mediante su adhesión a este objetivo de Forward Faster, las empresas adheridas conseguirán identificar las cuencas hídricas donde operan, implementar buenas prácticas de eficiencia hídrica y gestión de aguas residuales, comprender y establecer objetivos y planes sobre su impacto y cadena de suministro y trabajar con el sector público para la búsqueda de soluciones comunes.
4. Estrategia para calcular y reducir la huella hídrica
Las empresas pueden adoptar una serie de estrategias para calcular y reducir su huella hídrica. En este sentido, el Marco de Evaluación de la Resiliencia Hídrica (WRAF, por sus siglas en inglés) , muestra un enfoque detallado sobre cómo las empresas pueden calcular y marcar estrategias sobre resiliencia hídrica. Estos son sus pasos:
Visualizar el sistema: comprender el sistema hídrico en el que opera la empresa, identificando los componentes clave y las interconexiones.
Desarrollar una estrategia de resiliencia: basándose en la comprensión del sistema y los resultados de la evaluación de resiliencia, desarrollar una estrategia para mejorar la capacidad de la empresa para gestionar y adaptarse a los cambios en el sistema hídrico.
Someter a prueba la resiliencia del sistema: evaluar la capacidad del sistema para resistir y recuperarse de impactos y tensiones, utilizando indicadores de resiliencia y análisis de tendencias.
Evaluar: para poder medir la efectividad de las acciones y el progreso hacia los objetivos establecidos.
Al seguir estos pasos, las empresas pueden integrar la resiliencia hídrica en sus políticas y prácticas, lo que les permitirá adaptarse y mitigar los impactos de los cambios en el sistema hídrico a largo plazo
Además, para aquellas empresas socias del Pacto Mundial de la ONU, cuentan con la Virtual Session sobre Cálculo de la Huella Hídrica y la gestión sostenible del agua, para conocer de primera mano y acelerar la consecución de la gestión del agua.
5. Iniciativas y ejemplos de acción empresarial sobre el agua
Existen numerosas iniciativas y herramientas disponibles para ayudar a las empresas a reducir su huella hídrica y promover la gestión sostenible del agua. Por ejemplo, Pedrosa promueve la concienciación sobre el agua con píldoras de concienciación. Por su parte, Adif con su enfoque proactivo en la gestión del agua.
Asimismo, dentro de los Reconocimientos go!ODS, los galardones a la innovación en sostenibilidad, encontramos el proyecto Multi-AD, desarrollado por Bondalti Water, ganador del ODS 6: Agua limpia y saneamiento. Este innovador sistema anaeróbico aborda los desafíos de la contaminación del agua residual en la industria alimentaria. Al utilizar un reactor multi-etapa de alto rendimiento, Multi-AD reduce la contaminación del agua residual en más del 90%, disminuye el consumo eléctrico y los costos operativos, y genera biogás renovable.
Por último, desde el Pacto Mundial de la ONU España ofrecemos otros recursos e iniciativas que ofrecen oportunidades para el compromiso empresarial en la conservación de los océanos, esenciales para la sostenibilidad empresarial. Éstos son:
Ocean Stewardship Coalition
Principios para un océano sostenible
Cinco puntos críticos para un océano saludable y productivo en 2030
Océanos saludables y sostenibles: oportunidades para el sector empresarial en la economía azul
En resumen, la gestión sostenible del agua es esencial si queremos lograr un futuro sostenible en el que existan recursos suficientes para abastecer a la población y al buen funcionamiento de las organizaciones. Además, es un elemento clave para la lucha contra el cambio climático. Por ello, la crisis hídrica también es un asunto empresarial, ¿nos ayudas a combatirla?
Fuente: https://www.pactomundial.org/