Pese a los avances logrados en las últimas décadas, los derechos de mujeres y niñas enfrentan un preocupante retroceso en una cuarta parte de los países, según advierte ONU Mujeres en su 15º aniversario. La organización internacional ha identificado 15 grandes desafíos que obstaculizan la igualdad de género, entre los que destacan la violencia, la brecha salarial, el acceso a la educación y la falta de financiación específica.
La lucha por la igualdad de género atraviesa un momento crítico. Según un reciente informe de ONU Mujeres, el 25% de los países está experimentando un retroceso en los derechos de las mujeres. Con motivo de su 15º aniversario, la agencia ha lanzado un llamamiento global para enfrentar esta situación, identificando 15 desafíos clave y proponiendo medidas urgentes para abordarlos.
Uno de los puntos más alarmantes es la escasa inversión en políticas de igualdad. Actualmente, solo el 4% de la financiación para el desarrollo se destina a programas centrados en cuestiones de género. Ante esta situación, ONU Mujeres subraya la necesidad de que tanto los gobiernos como el sector privado incrementen de forma significativa los recursos destinados a promover la igualdad y el desarrollo sostenible.
Las cifras de violencia contra mujeres y niñas siguen siendo devastadoras. En 2023, 85.000 mujeres y niñas fueron asesinadas intencionadamente, muchas de ellas a manos de sus parejas o familiares. La media global indica que cada diez minutos una mujer o niña pierde la vida en un contexto de violencia doméstica. Ante esta realidad, la agencia de Naciones Unidas insta a reforzar las leyes contra la violencia machista, mejorar la recopilación de datos y promover una política de tolerancia cero.
Pobreza, salud y brecha salarial: otras caras de la desigualdad
Las desigualdades estructurales también se reflejan en la pobreza extrema, que afecta a una de cada diez mujeres y niñas. Al ritmo actual, se necesitarían 137 años para erradicarla. ONU Mujeres propone la implementación de políticas públicas robustas como transferencias monetarias, permisos de maternidad remunerados y sistemas de pensiones sólidos.
En el ámbito sanitario, casi 800 mujeres mueren cada día por causas evitables relacionadas con el embarazo, siendo el 61% de estas muertes localizadas en apenas 35 países afectados por conflictos. Ante esto, la organización urge a invertir en servicios de salud sexual y reproductiva seguros y accesibles, además de combatir las normas de género que perpetúan estas desigualdades.
La brecha económica también es significativa: las mujeres ganan un 20% menos que los hombres por el mismo trabajo y realizan 2,5 veces más trabajo de cuidados no remunerado. Invertir en sistemas públicos de cuidados podría generar hasta 300 millones de nuevos empleos, muchos de ellos en el sector formal.
Desigualdad legal y representación política
La discriminación legal sigue siendo una barrera persistente: las mujeres solo tienen el 64% de los derechos legales que los hombres. En más de la mitad de los países (51%), aún existen restricciones legales que impiden a las mujeres desempeñar los mismos trabajos que los hombres.
A nivel político, la desigualdad también es evidente. El 75% de los parlamentarios son hombres y 103 países nunca han tenido una mujer como jefa de Estado. Aunque las cuotas de género han demostrado su eficacia, ONU Mujeres destaca que el cambio real vendrá acompañado de una transformación profunda de las normas sociales.
La brecha digital y educativa también pesa
La desigualdad de género también se manifiesta en el acceso a la tecnología. En 2024, 277 millones de hombres más que mujeres utilizaron internet. Si esta brecha digital persiste, los países de ingresos bajos y medios podrían perder 500.000 millones de dólares en los próximos cinco años. Superar esta brecha es esencial para garantizar la participación de mujeres y niñas en sectores clave como la ciencia, la tecnología y la innovación.
Finalmente, la educación continúa siendo un reto: más de 119 millones de niñas siguen fuera de la escuela y el 39% de las adolescentes no concluyen la educación secundaria superior. ONU Mujeres propone reducir los costes asociados a la escolarización y crear entornos seguros e inclusivos para que ninguna niña quede atrás.
Fuente: https://diarioresponsable.com/