Cuenca pone en marcha el primer Teléfono de la Soledad del Mayor de España

La Unión Democrática de Pensionistas y el Ayuntamiento de la Capital desarrollan un programa piloto de videollamadas con buenos resultados tras los primeros meses de funcionamiento y con la idea de ampliarlo a otros municipios de la provincia

– Bien. ¿Y vosotros?

– También. Ya estamos en la oficina. ¿Ha llegado la doctora o no?

– ¡Qué va! Me tiene que llamar.

– ¿Entonces ya podemos contactar contigo?

– Pues no sé qué decirte.

– ¡Qué sí, tía!

Así comienza la conversación entre Gloria, voluntaria de la Unión Democrática de Pensionistas de Cuenca (UDP), y Mari Luz que tiene más de 80 años, es vecina del barrio conquense de Los Tiradores y es usuaria del Teléfono de la Soledad del Mayor, el 969 30 15 43, un nuevo servicio implantado por esta organización este año 2022 en la ciudad de Cuenca. Lo hemos contado en un reportaje en Hoy por Hoy Cuenca.

“La pandemia nos ha afectado a todos, pero más a las personas de edad”, explica Justo Mora, vicepresidente de la UDP en Cuenca. “Hay mucha gente que se ha quedado sola, bien porque ha perdido a su pareja, bien porque sus hijos están lejos. Esta desconexión nos ha obligado a conocer las nuevas tecnologías y, tras investigar mucho, decidimos que había que comunicarnos de alguna manera”. El resultado es un servicio de videollamadas, que se opera desde una centralita ubicada en la propia sede de la UDP, atendidas “por voluntarios”, explica Mora, “que tienen adjudicadas unas horas durante las cuales llamarán a los usuarios con los que podrán interactuar. No será una relación personal pero sí más cercana que única y exclusivamente con voz”.

La llamada a Mari Luz se realiza desde la centralita de la UDP y ella contesta a esa videollamada, a través de guasap, desde su teléfono móvil. Al principio cuesta unos minutos hasta que la usuaria da con la tecla adecuada, pero por fin aparece en pantalla una imagen en la que vemos a esta octogenaria de medio cuerpo para abajo. Conexión establecida. Ahora solo falta ajustar la imagen a su rostro, algo que se consigue con las indicaciones de Gloria, que atiende la llamada.

El primer Teléfono de la Soledad de Mayor en España

– ¿Saliste ayer a algún sitio? –pregunta Gloria.

– Sí. Ayer fui un poquito a andar por la tarde -contesta Mari Luz.

– ¿Con quién te tocaba ayer?

– Ayer fui con Rosario.

– Ah. ¿Qué tal está Rosario?

– Bien, está bien.

– Yo estuve en San Antón en el concierto de Petit Swing. ¿Y qué tal te encuentras hoy? ¿Cómo vas de la tensión?

– Bueno, pues más o menos la tengo igual.

El Teléfono de la Soledad del Mayor funciona en dos direcciones: por un lado, está abierto a aquellas personas que necesiten la atención de este servicio, pueden llamar al 969 30 15 43 y, por otro lado, desde la UDP llaman directamente a las personas que lo han solicitado previamente. “Hacemos un análisis de las personas que llaman porque tienen que cumplir unos requisitos, que estén en condiciones reales de soledad, que se les pueda atender y que tengan la herramienta adecuada. Incluso, nosotros podemos facilitarles una de las tabletas electrónicas para que se puedan comunicar. Una vez realizado esto, se les adjudica un horario entre los 53 voluntarios que tenemos para que entablen una relación más cercana y más vinculante. A su vez, les presentamos entre ellos, porque hay muchas personas que no se conocen”.

El servicio se presta actualmente entre usuarios de Cuenca capital. “Contamos con la subvención de los Servicios Sociales del Ayuntamiento y lo estamos desarrollando como prueba piloto en la ciudad”, explica Justo Mora. “Sí os tengo que decir que es el primero y el único que hay en España. Ya estamos en contacto con otros ayuntamientos de la provincia para ampliarlo porque ya es un éxito en cuanto a llamadas”.

Los voluntarios

– Hola, Mari Luz, ¿cómo estás? –pregunta ahora Herminio, otro voluntario de la UDP-. ¿Qué estás, con la chica que tienes?

– Sí. Viene a limpiar y le estoy diciendo lo que tiene que hacer.

Herminio se hizo voluntario cuando se jubiló “y al ver la satisfacción que le producía el dar y el recibir” se apuntó también su mujer Gloria, como ella misma nos cuenta. Ahora les encontramos a los dos en este Teléfono de la Soledad del Mayor. “Cuando me jubilé yo me hice automáticamente voluntaria porque el tiempo me lo permitía, mi salud también, y el hacer tanto bien te beneficia a ti y a la persona a la que acompañas”.

Los dos han atendido un establecimiento comercial durante toda su vida en el barrio conquense del Pozo de las Nieves. “Durante los años de trabajo hablaba mucho con el público y yo veía que en mi jubilación me iba a aburrir mucho”, explica Herminio. “Me apunté aquí hace doce años gracias al coordinador de voluntarios que había antes, Paco, que ya se jubiló, y ahora estamos mi mujer y yo desempeñando esa labor”. Herminio atendía a usuarios de tres centros residenciales para personas mayores de la ciudad, el Hospital de Santiago, la Residencia La Luz y La Alameda. “Iba una hora al día, un día a la semana a hablar con los mayores, preguntarles, hacerles hablar y sacarles de paseo. También realizamos voluntariado con la ONCE acompañando a sus usuarios en excursiones o actividades fuera de Cuenca. Yo estoy muy contento porque les he dado mucho cariño, pero he recibido tanto y más de lo que he dado”.

Gloria se dedica a contactar a otros voluntarios. “La gente piensa que solo hay voluntarios en la Cruz Roja. Nosotros, al haber atendido un comercio toda la vida, tenemos muchos conocidos y les vamos explicando lo que es el voluntario, que solo es una hora a la semana. Además, yo llevo a dos hermanas ciegas a hacer su terapia, gimnasia y lectura a la ONCE y las recojo después para llevarlas a casas. Se crea un vínculo muy fuerte con ellas. Después, si tienen que ir al médico, pues ahí me tienen a mí otra vez”.

Hablar te distrae

Desde su casa, Mari Luz permanece atenta a la conversación con Gloria y Herminio. “Siempre es una alegría escucharlos”, nos dice. “El hablar te distrae”. “La necesidad que vemos en los usuarios es desplazar la soledad”, nos comenta Justo Mora. “Hablar. No se pretende mucho más, como hacen los voluntarios que se desplazan a centros geriátricos. No es más complejo que eso ni a nadie se le va a hacer ningún tipo de entrevista ni se le va a pedir ningún dato. Nuestros técnicos se encargan de incorporar la aplicación necesaria a su teléfono o dispositivo”.

Un servicio con proyección

“Es una labor muy bonita la que estamos haciendo con el Teléfono de la Soledad del Mayor”, dice Herminio. “Estamos muy satisfechos y muy ilusionados, creo que estamos haciendo mucho bien”, apunta Mora. “Creo que tiene una proyección que posiblemente pueda sorprendernos”.

– Bueno, mi niña, lo dicho, que te vaya bien la visita con la doctora -se despide Gloria-. Si nos vemos por ahí, bien, si no hasta el domingo que estaremos por tu barrio.

– Vale, vale.

– Lo que necesites ya sabes que estamos aquí para lo que te haga falta –se despide Herminio.

– Gracias, a vosotros –contesta Mari Luz y la imagen que trasmite su teléfono móvil a esta centralita de la UDP de Cuenca se mueve mostrando el techo la casa de esta usuaria antes de colgar la llamada y que la pantalla pase a negro finalizando una llamada más del Teléfono de la Soledad del Mayor.

Fuente: https://cadenaser.com/

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