Si no fuese por efemérides como la del 23 de septiembre, Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, por los dolorosos relatos de las pocas víctimas que se atreven a hablar, por entidades sociales o por documentales y voces de la cultura como la de la paisana Mabel Lozano, muchísimas personas ni entenderán el fenómeno de la trata ni mucho menos pensarán que está más cerca de lo imaginado. Tradicionalmente, la postura más cómoda ha sido la de mirar hacia otro lado. La trata de seres humanos con fines de explotación sexual existe, está en nuestras ciudades y pueblos, y en el conjunto del país, casi el 98 por ciento de las personas que la padecen son mujeres y niñas. Tal y como recoge nuestra pionera Ley Por una Sociedad Libre de Violencia de Género, la trata es, principalmente, una expresión más de
…