Para las personas en situación vulnerable por discapacidad o una patología crónica es crucial el apoyo desinteresado de voluntarios para que puedan acceder a tratamientos o realizar actividades diarias. Lo saben bien quienes sufren lesiones cerebrales causadas por un traumatismo, un ictus, falta de oxígeno, infección o un tumor. Más del 80% de los afectados tienen dependencia y en su proceso de recuperación necesitan una atención especializada que prestan organizaciones como la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido (ADACE) en Castilla-La Mancha, junto a su voluntariado. Esta labor solidaria cubre una función que muchas familias no pueden proporcionar, por falta de medios. Los usuarios de ADACE y las personas voluntarias que les acompañan establecen un vínculo potente y enriquecedor que se vio interrumpido por la pandemia y ahora se intenta recuperar. Ser voluntarios, un nuevo propósito vital El voluntariado del que se nutre ADACE está compuesto de forma mayoritaria por personas
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