De acuerdo con las cifras registradas por el propio ministerio, en 2017 —año previo a la entrada en vigor del real decreto— se distribuyeron 11.238 millones de bolsas de plástico, cifra que en 2023 descendió hasta los 6.890 millones. Esto supone un descenso del 40% en el volumen total de bolsas puestas en el mercado. En términos per cápita, el consumo pasó de 241 bolsas por habitante a 142.
Reutilización, reciclado y compostabilidad: ejes del cambio
El Real Decreto 293/2018 no solo marcó una reducción cuantitativa, sino que también fijó las condiciones técnicas que debían cumplir las bolsas comercializadas en España. La norma estableció tres grandes categorías:
– Bolsas de plástico con espesor igual o superior a 50 micras y un contenido mínimo del 50% de material reciclado. Estas bolsas reutilizables deben desecharse en el contenedor amarillo y pueden fabricarse conforme a la Norma UNE 53930-1 y 2. Se suelen cobrar en las líneas de caja, salvo que su contenido en reciclado supere el 70%, en cuyo caso el cobro no es obligatorio.
– Bolsas ligeras, de entre 15 y 49 micras, fabricadas en material compostable conforme a la Norma UNE-EN 13432, destinadas principalmente al autoservicio de productos frescos. Su uso conlleva una obligación de cobro.
– Bolsas muy ligeras, de menos de 15 micras, también compostables. Son de un solo uso y no están sujetas a cobro obligatorio.
La norma prohíbe explícitamente la entrega de bolsas de plástico tradicional con espesor inferior a 50 micras. Cuando esto sucede, se trata de un incumplimiento normativo y, en muchos casos, de compras a proveedores fraudulentos.
Evolución por tipo de material: caída del plástico tradicional y auge del compostable
La desagregación de los datos por tipo de materia prima confirma la tendencia general hacia una economía circular más eficiente. Las bolsas de plástico tradicional —elaboradas con polietileno e incluyendo desde 2018 al menos un 50% de material reciclado— pasaron de 11.198 millones en 2017 a 3.677 millones en 2023, reduciéndose de 240 a 76 bolsas por habitante.
En cambio, las bolsas compostables, utilizadas principalmente para productos frescos, crecieron de forma exponencial: de solo 40 millones en 2017 (0,86 bolsas por habitante) a 3.200 millones en 2023 (66 bolsas por habitante).
Auge del reciclado y reducción de emisiones de CO₂
El impulso normativo también ha transformado la demanda de materiales reciclados por parte de la industria. En 2017, se emplearon 8.000 toneladas de material reciclado en la producción de bolsas. En 2023, la cifra aumentó hasta 40.000 toneladas. En total, entre 2017 y 2023 se utilizaron 194.000 toneladas de plástico reciclado, lo que ha evitado la emisión de más de 300.000 toneladas de CO₂ a la atmósfera.
Este cambio ha tenido un impacto directo en los procesos industriales, impulsando la inversión en innovación, desarrollo de materias primas, rediseño de productos, normalización y certificación. La industria ha tenido que adaptarse en tiempo récord para cumplir con las exigencias del real decreto.
Concienciación, adaptación y colaboración con las administraciones
Los datos reflejan un cambio en el comportamiento ciudadano hacia hábitos más sostenibles, pero también evidencian un esfuerzo importante por parte del sector industrial. Según señala la Asociación Española de Industriales de Plásticos (Anaip), junto con ReCAIB —la plataforma de fabricantes de bolsas creada en 2021—, “el cumplimiento del Real Decreto ha requerido grandes inversiones y un esfuerzo muy importante en áreas como la innovación, el desarrollo de materias primas, el diseño de producto, la normalización y la certificación”.
Además, desde Anaip y ReCAIB se colabora activamente con las administraciones públicas. “Colaboramos con las administraciones públicas para formar a inspectores y ayudarles a distinguir fácilmente las bolsas que cumplen la normativa, apoyándolos así en la labor de vigilancia de mercado”, afirman desde la entidad. También promueven la “certificación por terceros tanto de las bolsas reutilizables con alto contenido en reciclado, como de las compostables”.
La combinación de presión regulatoria, compromiso del sector y responsabilidad ciudadana ha sido clave para reducir en apenas siete años el uso de bolsas de plástico y avanzar hacia un modelo más sostenible, conforme a los principios de la economía circular.
Fuente: https://www.interempresas.net/